06 julio 2007

Ejercicios de escritura

1

quisieron volver al sonido inicial al
primer encuentro
borraron el color que te dibuja
te pensaron sin figura sin gesto alguno
ahora ningún recuerdo sirve de rastro
sólo la estela de tu voz es el último
vestigio


2

tu nombre fue devorado por relojes a destiempo
no podré pronunciarlo en las noches que vienen hacia mi
se evaporó en una tarde
se enroscó en su derrotada ausencia
no es hoy aquella campanada honda que resonaba furiosa
ahora se esfuma al verte en esta fotografía
desaparece tranquilo

3

La casa la habitan mis familiares delirantes. Cada uno de ellos posee locuras particulares. Cada uno de nosotros venimos de una guerra recién interrumpida. Me quedo en el patio, escuchando sus voces sollozantes. A unos pasos de aquí, se reúnen en la sala. Uno de ellos tiene el lamento de un niño. Camina sigiloso hacia la cocina para engullir sin sentido todo lo que encuentre en la madrugada. Las otras se despiertan, presurosas. Lo regresan a la cama. Y apenas nos dormimos, él aprovecha, se levanta con paso arrítmico y de nuevo abre la nevera en la oscuridad. Una de ellas, lo ayuda a levantarse, le habla alto, se preocupa por él. A la otra, le gusta ver la ropa que exhiben en las tiendas, fumar a escondidas. Yo a veces la acompaño. El día y la noche toda nos hundimos en una secreta angustia. La voz de él, arrastrada y abombada, resuena. Nos aletarga hasta el infinito mientras una mosca flota y amenaza con posarse sobre su herida.
Creative Commons License